Sería justo decir que, si no todos, casi todos buscamos conversiones en nuestras landing pages. Al fin y al cabo, es la razón por la cual hemos gastado tiempo y dinero en crearlas.
Las conversiones son el elemento imprescindible para que nuestro negocio digital sea un éxito. A la hora de la verdad, de nada sirve todo el tráfico que tenga tu página si eres incapaz de generar conversiones. SEO, redes sociales, marketing, branding… todas estas acciones carecen de significado si eres incapaz de convertir visitas en clientes reales.
Pero, ¿cómo remediar este escalofriante escenario?
Entendamos primero qué es una conversión. Las conversiones pueden ser definidas de muchas maneras. Para algunos negocios, una conversión puede ser la compra del producto en su e-commerce. Para otros, puede ser algo tan simple como inscribirse en la newsletter. Sea la que sea, describir una conversión como “buena” dependerá de cada negocio. Para que nos hagamos una idea, es habitual que entre el 2-3 % de todo el tráfico convierta, por lo cual si las conversiones de tu e-commerce no están, como mínimo, entre estos parámetros, definitivamente tienes un problema de conversión y algo estás haciendo mal.
Estas son, la mayoría de las veces, las razones por las cuales tu página no está convirtiendo correctamente:
- No le das al usuario la posibilidad de convertir.
Examina tu página y anota cuántas opciones de conversión le estás dando al usuario. Si la única oportunidad que tienen es al final de la página o en el formulario de contacto, el problema puede ser la dificultad que estás poniendo para que conviertan. Hay que ponérselo siempre fácil. Asegúrate que integras varias opciones para que conviertan a lo largo de tu landing page. Aunque no lo creas, esos pop-ups intrusivos que a todos nos molestan, cuando están bien diseñados y con una propuesta de valor clara, pueden aumentar tu porcentaje de conversión en un 30-40 %.
- Has agobiado a tus usuarios.
Es una realidad. A veces podemos ser muy pesados hablando sobre nosotros mismos. Nuestro producto, nuestra historia, nuestras maravillas, bla, bla, bla. Pero olvidamos ponernos en la mente de quien realmente importa, que son nuestros usuarios. Recuerda que nuestro objetivo es solucionar una de sus necesidades y solo dándoles la importancia que realmente tienen, los podremos convertir. La conversión emocional es una de las más rápidas y de larga duración que existen. Conecta con sus emociones y vencerás.
Si has notado que el porcentaje de rebote es excesivamente alto en tu página, casi seguro que estás fallando en alguno de estos puntos:
– Página muy difícil de navegar o mal diseñada.
– Demasiada o muy poca información para conectar con los usuarios.
– Incoherencia en tu mensaje.
Recuerda que se trata de hacerlos sentir como en casa y abrirles la puerta con afecto y amabilidad. Invítalos a entrar en tu mundo y que no se quieran ir. Una buena manera de saber lo que está sucediendo en tu página es mediante mapas de calor (heatmaps). Estas herramientas nos facilitan información sobre cómo actúa nuestro tráfico, dónde se estanca y dónde nos dejan.
- Tus usuarios están muy distraídos.
De poco importa si tu formulario de contacto está en cada página, si lo tienes medio escondido entre montones de información que no te sirven para convertir. Aunque parezca sorprendente, este escenario es uno de los errores que me encuentro más a menudo en las consultorías con mis clientes.
Como cuando estás empezando a conocer a alguien, a nadie le gusta sentir que lo necesitan tanto. La desesperación y lo que suena demasiado forzado hace que salgas corriendo asustado pensando que si tanto te necesita cuando te acaba de conocer, es que algo no está bien. Pues bien, eso es lo que hacen muchos negocios. Bombardean a sus clientes con páginas llenas de texto, imágenes y anuncios hasta dejarlos anestesiados con la confusión. Al principio menos es más, funciona a la hora de optimizar tu landing page.
Centra tu copy en resaltar tu propuesta de valor. Resalta lo que es importante. No para ti, sino para ellos.
- Tu propuesta de valor no es suficiente.
Tanto si estamos hablando de subscribirte a una newsletter, como de dar tus datos o hacer una compra, la gente no convierte a la ligera. La relación negocio/cliente funciona si ambos ganan. Se trata de un intercambio de beneficios. En el caso de una plataforma de e-commerce, la combinación de razones emocionales y valor de lo que ofreces es la que facilita la conversión. Si no conectas a nivel emocional o no te aporta ningún beneficio en tu día a día, bien sea este emocional o racional, no pasas a la acción.
Por ejemplo, los usuarios se plantean dar sus datos solo ante la posibilidad de obtener algo percibido como de valor para ellos. Prueba a ofrecer algo con más valor añadido para tu target y verás mejorar tus conversiones rápidamente.
- No estás impactando al target correcto.
Quizás has analizado todo lo aquí expuesto y estás haciendo las cosas bien, pero si tu mensaje no está llegando a la gente adecuada, va a ser imposible que los conviertas. Asegúrate que tu tráfico es el adecuado para tu negocio. Un target equivocado arruina toda posibilidad de conversión. Asegúrate que le estás hablando a la gente correcta y no a cualquiera para aumentar tu ratio de conversión.
Pueden parecer cinco puntos básicos, pero el 70% de las páginas que audito para mis clientes (grandes, medianas y pequeñas empresas) fallan de una manera u otra en pasar con sobresaliente esta checklist. Asegúrate de dar tu mejor primera impresión, porque recuerda que cada conversión perdida es una venta perdida. Peor aún, es una posible venta que quizás nunca puedas recuperar por la mala impresión causada.
Autora: Anna Adolfo
Directora del Área de Negocios Digitales IM
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