Tu marca personal se muestra en todo lo que haces
Todo es marca personal, así que cuando te pidan algún informe, un ejercicio o cualquier cosa, debes cuidar la presentación, la ortografía y el contenido, el cual debe ser de máxima calidad y ni muy extenso ni demasiado breve.
El equilibrio debería primar en tu marca. Eso sí, debes ser tú mismo siempre, porque si se te ocurre crear una estrategia demasiado perfecta, acabarás con un perfil artificial y un personaje que te ilusionará durante el primer año, pero que, más adelante, te fastidiará gestionar. ¿Por qué? Porque será una marca personal que no eres tú.
Los alumnos de IM ya saben que las presentaciones de Personal Branding en su master de comunicación digital deben ser impecables, y las realizan como si de un proyecto profesional se tratara, ya que es un aspecto fundamental que conforma esta asignatura.
No obstante, insisto en que procurar ser impecable debe ser una premisa intrínseca tuya, porque tu marca personal queda retratada en cada una de tus acciones y en cada una de tus propuestas. Procura presentar tus trabajos tratando al destinatario como si fuera el cliente número uno de tu marca.
¿Cómo crear tu marca personal?
La personalidad es y siempre será original en la medida que te muestres tal como eres y sepas utilizar las herramientas para mostrarte natural. Sí, es cierto, que no hablamos igual a los amigos que a los desconocidos, ya que solemos ser más formales con los desconocidos.
Pero, para mí, es importante que trabajes en la capacidad de mostrar tu proyecto como si se lo presentaras a tus amigos, a tu círculo de confianza.
Observa cómo hablas de tu proyecto a alguien a quien quieres transmitir lo que sabes y al que, además, tienes la seguridad de que le puedes ayudar. Para ello, céntrate en aquella persona ideal, que va más allá del buyer persona.
Debes saber detectar a la persona que realmente puedes ayudar y a la que estás encantado o encantada de ayudar, porque sabes que la solución que tú aportas es la que necesita.
El hecho de crear un perfil de cliente ideal va más allá del perfil de la ficha de tu buyer persona, y no se suele llegar fácilmente a él si no pasas por un proceso de gestión de tu marca personal.
Ninguno de nosotros es perfecto, y el Personal Branding no es sinónimo de perfección. Seguimos estrategias muy parecidas a las de un plan estratégico de marketing, pero somos personas y ello conlleva las dos polaridades: lo bueno y lo malo, lo positivo y lo negativo.
Es preciso que sepas que una marca personal no es mejor que una marca comercial, y viceversa. Simplemente se inclinan a necesidades diferentes. Ambas cuentan con ventajas y desventajas.
¿Cómo puede influir la marca personal en nuestro futuro?
Trata de desapegarte de tu proyecto, ya que, aunque te suene incoherente, no lo es. De esta forma, conseguirás aumentar tu flexibilidad a la hora de cambiar. El tema del desapego es muy positivo y no debe confundirse con el concepto de despreocupación (porque la despreocupación sí que es sinónimo de inmadurez).
El desapego conforma una personalidad madura porque te distancia de las emociones y puedes pensar de manera más inteligente y asertiva. A veces, las marcas personales deben cambiar de rumbo porque, si en un inicio les funcionó un sector, es posible que con el paso del tiempo o el cambio de las circunstancias actuales ya no valga la pena seguir estancado en un sector que dejó de ser productivo. Ahora más que nunca: “be water my friend”.
Mantenerse alejado de los temas políticos y actuales es un hándicap, y podría suponer un conflicto tanto si expones tu opinión apasionadamente, como si te la callas. No pasa nada si te posicionas, pero se recomienda que lo hagas sin mucho énfasis, es decir, ese enfoque no debe convertirse en tu principal enfoque.
Una marca personal puede opinar sin entrar en el fanatismo, siendo asertivo y respetuoso, ya que resulta muy extraño que no se toquen temas y no se den opiniones personales. Conozco marcas personales que definen desde su sexualidad hasta su posicionamiento deportivo o político, y les va muy bien.
El hecho de guardar tus opiniones en temas actuales genera desconfianza y el riesgo de crear un personaje no afín a tus principios, además de no ser genuino.
¿Para que sirve tu marca personal?
La imagen de tu proyecto debe estar cuidada y lucir profesional. Defínela una vez tengas tus objetivos y el target group ideal. El logo, los colores y las tipografías se eligen al final del proceso de gestión de marca: son las acciones que plasman tu personalidad y diferenciación.
En conclusión, tienes que saber que tu marca personal quedará patente en todo lo que realices, presentes y ofrezcas, así que estos ocho tips deben responder a un «be original my friend», porque los receptores a quienes les llega tu mensaje detectan cada vez con más facilidad a quien no lo es. Además, te invito a ampliar esta lista si detectas otro punto infalible y necesario para el éxito de una marca personal auténtica:
- El equilibrio debe primar en tu marca personal
- Ser tú mismo siempre.
- Presenta tus proyectos de forma impecable.
- Habla con confianza y detecta a quien realmente puedes ayudar.
- Identifica las polaridades de tu marca personal.
- Define tu proyecto enfocándolo hacia una marca comercial o marca personal.
- Trabaja el desapego y aumenta tu flexibilidad.
- Una marca personal puede opinar de temas variados y posicionarse, siempre que lo haga sin fanatismo ni demasiado énfasis.
Autora: Mireya Trias, profesora de Brand Management en IM Digital Business School.
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