Ana H. Gilfedder es licenciada en Marketing y Recursos Humanos, experta en branding e identidad de marca, fundadora de Asistup y business facilitator a nivel internacional. Esta antigua (súper) alumna de IM, «mitad española y mitad escocesa» desarrolló un excelente proyecto final del Máster Profesional en Marketing Digital y Redes Sociales.
Esto es lo que relata acerca de todo ello:
¿Qué es Asistup?
A: Asistup representa un modelo de trabajo flexible y profesional alineado con la creciente demanda que existe en el campo del emprendimiento para poder disponer de skills y know-how a medida y cuando se necesita. El objetivo de Asistup es convertirse en el mano derecha de confianza del emprendedor(a) que le ayuda independientemente de la fase en la que se encuentre su nueva idea de negocio. ¿Cómo le ayuda? Haciendo, gestionando, apoyando.
La visión y el sueño de Asistup es convertirse en la ayuda por excelencia del emprendedor(a) visionario(a) que necesita flexibilidad, practicidad, eficacia, reducir tiempos y procesos y que sea eficiente en coste! Ya no hace falta ser director de una gran empresa para tener tu propio asistente que te facilita en lo que puede.
¿Cómo es tu día a día como business facilitator?
A: El trabajo de un business facilitator es muy variado e intenso! Se trabaja de manera transversal y en función de la necesidad específica del emprendedor. Son varios los roles que se desempeñan. En mi caso, como estoy especializada en varias disciplinas puedo ofrecer un servicio bastante amplio asumiendo varios perfiles que quizás en una gran empresa están distribuidas por departamentos.
En una misma semana puedo estar pensando en conceptos de marca y estrategias, diseñando, puliendo una presentación, coordinando proveedores, intermediando durante una videoconferencia internacional, traduciendo o incluso asistiendo a mi emprendedor(a) en un evento o reunión en donde capto lo que va a necesitar y relacionándome por tanto con prospectos, clientes, business partners y demás relaciones clave.
¿Qué perfil profesional tiene que tener un business facilitator?
A: Un business facilitator, en mi caso particular tiene que tener vocación de servicio, ser multidisciplinar y con mentalidad global, por lo que el tema del inglés es imprescindible. Además de “saber hacer” y “ejecutar” “to-do´s” concretos, las habilidades interpersonales juegan también un papel fundamental. Apoyar en la gestión de las relaciones clave para tu emprendedor forma parte de la rutina.
El objetivo es siempre el mismo: ayudar al emprendedor desplegando habilidades, conocimientos, saber hacer. Ah!! y mucha valentía. Tienes que ser muy valiente porque vas a salir de tu zona de confort muy a menudo. El tipo de emprendedor con el que trabajo tiene muy claro lo que quiere y le encanta romper el molde y los convencionalismos con frecuencia. Es un auténtico(a) “hustler” que ve posibilidades donde otros solo ven problemas o dificultades.
¿Qué tipo de clientes acuden a ti? ¿Puedes poner un ejemplo?
A: Es un perfil altamente profesional, de mentalidad internacional, con gran experiencia que conoce muy bien su mercado y visualiza por tanto una oportunidad muy clara que quiere cubrir. Creen en su gran sueño por lo que tienen mucha determinación. Por ponerte un ejemplo concreto, en estos momentos de entre los pocos emprendedores que asisto, soy mano derecha de un emprendedor en California. Me he convertido en su confidente y partner, estamos muy en sintonía y le ayudo en todo lo que puedo en su idea de negocio.
¿Estás especializada en algún sector concreto?
A: Si bien en mis inicios toqué varios sectores, el destino y las circunstancias personales me han llevado hacia el campo de la salud, el bienestar y el coaching de vida. Me apasionan los proyectos y las ideas de negocio que tienen por objetivo impactar de manera positiva en el bienestar de las personas.
Tu exitoso proyecto de final de Máster giró entorno a una clínica dental a la que provees servicios como business facilitator. ¿Cómo lo enfocaste?
A: La clínica dental para la que asisto es una clínica ya consolidada y establecida con pacientes en su mayoría de la comunidad internacional profesional de Madrid y pacientes que provienen de países angloparlantes y árabes que buscan tratamientos de reconstrucción bucal.
A pesar de ser una clínica que ha logrado posicionarse muy bien en su nicho, la crisis, sumado a una proliferación brutal de nuevas clínicas, franquicias y cadenas dentales compitiendo en precio estaba empezando a afectar a la clínica en cuanto al flujo de pacientes nuevos y la lealtad de algunos pacientes buscando la opción “más barata”.
El sector de servicios dentales, es en mi opinión y por lo que he vivido, un sector peculiar. Se encuentra en el limbo, es decir, entre lo que un hospital representa y las connotaciones asociadas a lo que llevar un negocio significa. Cuando la clínica requirió mi ayuda teníamos muy interiorizado que la salud NO es un producto de marketing y que si se entra a participar en la guerra de precios se acaba comercializando y frivolizando un servicio en donde el paciente pasa a ser cliente y en donde las clínicas dentales acaban siendo modelos de negocio low-cost, dejando la puerta abierta a la mala praxis y a la poca lealtad de los doctores que se rigen por objetivos monetarios y de volumen. Todo esto repercute de manera negativa en la calidad de los tratamientos y la experiencia vivida por el paciente.
El proyecto por tanto tenía una doble vertiente. Por una parte aumentar el flujo de pacientes nuevos a la clínica a través de una estrategia mix de acciones online y offline y por otra lado una estrategia de fidelización y de vinculación a la clínica mejorando la experiencia del paciente pre, durante y post-tratamiento y entendiendo que la decisión de “compra” conlleva factores psicológicos movidos por la “confianza” que genere el doctor en el paciente.
¿Te llegan clientes de todo el mundo?
A: En estos momentos, mis emprendedores visionarios están en España y en Estados Unidos.
¿Cómo lo haces para trabajar para ellos?
A: Trabajo principalmente de manera “virtual” y monto equipos profesionales específicos también virtuales pudiendo tener acceso a una gran “pool” de talento a nivel internacional de manera flexible y por tanto cost-effective (se paga por lo que se trabaja y sin incurrir en gastos de oficina, pagas extraordinarias, vacaciones, despidos, etc) Lo que llaman ahora los digital knowmads! Cuando la ocasión lo requiere, por ejemplo, un evento o una reunión muy importante también me desplazo, independientemente de la ubicación geográfica.
¿Por qué decidiste estudiar el Máster en Marketing Digital y Redes Sociales?
A: Porque quería ampliar mi visión estratégica adquiriendo nuevos skills y conocimiento que pudiera poner en práctica inmediatamente en beneficio de mis emprendedores(as). Para mi es fundamental que cuando acepto un “to do” he de entender todas sus vertientes y que si el proyecto requiere una labor de Managament pueda tener la capacidad de gestionar cada competencia especializada hablando el mismo idioma.
¿Qué le aconsejarías a aquellas personas que están pensando en convertirse en un business facilitator?
A: Prepararse mucho a nivel de conocimiento, experiencia y habilidades. Es una carrera a fondo porque un business facilitator se hace así mismo.
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