El principal secreto para construir equipos de Alto Rendimiento reside en identificar e interiorizar las 15 competencias esenciales para ofrecer un valor diferencial a su empresa. Si bien es cierto que establecer nuevos hábitos puede resultar en ocasiones complejo, te garantizamos que se trata de un esfuerzo que tendrá su recompensa; solo tienes que ser constante. Crear equipos de Alto Rendimiento requiere de estrategia y recursos. Tú pones las ganas de entrenar, nosotros las herramientas:
1. La proactividad
Es la libertad de la que dispones para elegir la actitud que adoptarás ante determinadas circunstancias. Si asumes tu libertad de elección y acción y, además, te anticipas y aprendes a ver más allá de los posibles escenarios o circunstancias, podrás acceder a oportunidades nuevas y lograr metas más allá de las establecidas. Es muy importante centrarse en tu círculo de influencia. Es el que depende de ti mismo, ya que solo así consolidarás la capacidad de lograr aquello que te propongas.
2. La comunicación
Dominar la comunicación es la base del éxito. Si existe una dicotomía eterna, esa es la de la forma y el contenido. Rivales pero una no puede existir sin el otro. Una idea excelente se puede convertir en una idea inútil a causa de la forma en la que la presentes. Del mismo modo en que con una forma atractiva no captarás la atención de tu interlocutor si el contenido es insustancial.
Por este motivo, debes encontrar la armonía entre ambos ingredientes, tratando de transmitir contenidos y trasladar emociones. El truco reside en que logres que tu público (ya sean clientes o compañeros de trabajo) comprenda tus ideas y generes en su mente imágenes creíbles y coherentes asociadas a sentimientos. Solo así conseguirás trasladar tus pensamientos.
3. La mentalidad analítica en el Alto Rendimiento
Saber medir e interpretar los datos son acciones fundamentales para poder tomar las decisiones adecuadas. El componente emocional domina en muchas ocasiones al componente racional, lo que provoca que nos equivoquemos en el análisis. Pero, si potencias tu mentalidad analítica y eres capaz de identificar aquellas métricas que realmente importan, cimentarás tus elecciones sobre una base sólida con soluciones específicas. El secreto reside en que reconozcas los problemas, propongas soluciones y seas crítico con tus valoraciones compartiéndolas con el resto de tu equipo.
4. La resolución de problemas
A la hora de solucionar un problema o un desafío debes testear nuevas ideas. La capacidad de resolver problemas es una habilidad necesaria en el Alto Rendimiento, pero es la actitud resolutiva con la que te enfrentes a un problema la que determinará tu posición de líder y tu éxito. Partiendo de la base de que no hay una única forma correcta de resolver un problema, lo importante es que seas capaz de reconocer un problema, reflexiones, hagas preguntas y fomentes tu pensamiento creativo para poner en marcha una solución. De eso se trata una buena gestión empresarial.
5. La positividad
Una persona positiva decide adoptar una actitud optimista frente a los obstáculos. Cabe remarcar que ser positivo no significa que debas obviar la realidad o ignorar las situaciones difíciles. Consiste en afrontar dicha realidad de la forma más optimista y resolutiva posible. Para lograrlo, debes centrarte en tu diálogo interno encontrando los motivos que te hagan perseverar, celebrar los pequeños éxitos y sonreír (de hecho, un estudio publicado en la revista Experimental Psychology descubrió que el acto de sonreír origina emociones más positivas). Recuerda que, si evitas recrearte en el pasado y consigues vencer tus miedos, fortalecerás tu voluntad, te arriesgarás, te equivocarás, aprenderás o ganarás, pero nunca perderás.
6. La conquista de la competencia
Cuando trabajas en equipo para lanzar un producto o servicio al mercado y así conquistarlo, hay algo que debes tener muy claro: con total seguridad, ese producto servicio ya lo están ofreciendo otras empresas. Aquí es donde debes aprender a ofrecer una propuesta de valor completa que también pasa por analizar los pains and gains que abarca tu competencia y de qué manera lo hace. Para convertirte en un innovador de valor debes aprender a implementar la estrategia del océano azul cambiando tu forma de pensar y teniendo amplitud de miras. De esta forma, lograrás reducir los costes, incrementar el valor para los consumidores y posicionarte ante la competencia: es decir, ser Alto Rendimiento.
7. El arte de la estrategia en el Alto Rendimiento
La complejidad que caracteriza el contexto digital actual requiere que en toda empresa exista una estrategia muy bien ideada y fundamentada. Es por esto que el papel del estratega dentro de un equipo de Alto Rendimiento es primordial. Para estimular tu mentalidad estratégica es importante que pongas en práctica tu pensamiento lateral y apliques las 5 fuerzas de Porter, siempre teniendo en cuenta cuáles son los objetivos que quieres lograr y los recursos de los que dispones.
Además, hay una premisa fundamental que debes seguir siempre: las personas que trabajan su pensamiento estratégico están en constante negociación con las ideas (propias y ajenas) y las personas, ya que les ayuda a probarse a sí mismos, ceder, superarse y obtener buenos resultados.
8. El diseño de un plan de acción
Diseñar un plan de acción es un paso clave en el desarrollo de tu estrategia en Alto Rendimiento, ya que es el medio mediante el cual expondrás cómo transformar las ideas en acciones. Para lograr diseñar un plan de acción eficaz debes aprender a crear los distintos elementos que formarán parte de él (los objetivos SMART, la carta Gantt, etc.), teniendo en cuenta que, posteriormente, deberás realizar un estudio sobre la productividad de tu plan, el tiempo y los recursos invertidos. Solo así identificarás las áreas de oportunidad, las alternativas de las que dispones y sus consecuencias.
9. La creatividad
Se habla mucho de las claves para ser creativo. Si aún no has potenciado tu creatividad, no te preocupes porque desde aquí te vamos a dar las claves para que tu capacidad creativa se manifieste y se refuerce. Antes que nada, debes saber que el éxito de una estrategia creativa no radica necesariamente en una inversión de presupuesto, sino en las buenas ideas, la innovación, la originalidad y la creación de viralidad. Para estimular tu pensamiento creativo, debes:
- Fomentar tu curiosidad.
- Buscar otros puntos de vista que se alejen del tuyo.
- Agudizar los sentidos.
- Beneficiarte de la incertidumbre.
- Equilibrar la lógica y la imaginación.
- Cultivar el cuerpo y la mente.
- Fomentar el pensamiento lateral.
10. La productividad en el Alto Renidmiento
Un profesional productivo no es el que desarrolla muchas tareas al mismo tiempo, sino el que es capaz de optimizar todos sus procesos de trabajo, emplear el mínimo de recursos posibles y alcanzar todos sus objetivos. De esta forma, la productividad no se asocia a la cantidad, sino a la calidad de tus decisiones aplicadas a tu trabajo. Los ejercicios fundamentales para desarrollar tu mentalidad productiva son:
- Ser ordenado. Una de las herramientas que te puede ayudar a conseguirlo es la matriz de Eisenhower.
- Tener una visión clara y precisa de cuáles son tus objetivos. Usar agendas.
- Focalizar tu atención en una única tarea.
- Automatizar procesos y saber delegar en personas que dispongan de la misma preparación que tú.
- Aprender a desconectar.
11. La reinterpretación del fracaso
Es importante que aceptes que el fracaso no es tu enemigo, sino que es parte intrínseca del éxito. El fracaso no te define, y está en tus manos cambiar la interpretación y la gestión que hagas de él. El secreto para traducir los fracasos en aprendizajes reside en:
- Aceptar la situación, reconocer tus posibles errores y analizarlos de forma clara y transparente para evitar que se vuelvan a repetir.
- Difundir empatía contigo mismo y con el resto del equipo de trabajo evitando todo atisbo de perfeccionismo y creando un entorno de mejora continua.
- Analizar objetivamente el problema buscando soluciones, no culpables.
12. La gestión óptima del tiempo
La frase “si tuviera más tiempo” debería dejar de formar parte de nuestro vocabulario porque no es que no tengamos tiempo, es que no tenemos claras nuestras prioridades. Si te centras en conseguir tiempo para aquello que te motiva, lograrás aprovecharlo de manera oportuna y, a la vez, favorecer tu productividad. La realidad es que menos del 20% de las personas comienzan su día con un plan en mente, así que debemos tratar de cambiar ese porcentaje y aprender a llevar a cabo una planificación precisa de nuestras tareas. ¿Cómo?
- Realizando las tareas que requieren mayor energía mental en los momentos en que veamos que disponemos de mayor energía mental (por la mañana o por la tarde).
- Estableciendo espacios de tiempo para los posibles imprevistos o distracciones.
- Anotando tus preferencias y prioridades y ajustarlas a tu tiempo.
- Dejando tiempo suficiente para el ocio y el descanso.
13. El liderazgo en el Alto Rendimiento
Un líder es aquella persona que inspira a los miembros de un equipo, ya que este favorece el aprendizaje y la motivación. Para ti, un líder puede ser tu jefe, un compañero de trabajo, etc., pero tú también puedes ser un líder para alguien. Tanto si lideras un equipo como si formas parte de él, debes fomentar las cinco C que conforman un equipo de alto rendimiento: comunicación, coordinación, complementariedad, confianza y compromiso. El buen engranaje de las habilidades de liderazgo de los distintos miembros de un equipo son las que permiten llevar a cabo acciones (tanto externas como internas) que sean favorables para tu trabajo y para la consecución de los objetivos de la empresa.
14. La conquista del entorno VUCA
La realidad empresarial actual se mueve entre cuatro variables claras: la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad, por lo que, en ocasiones, puede llegar a ser todo un reto para ti desarrollarte profesionalmente en este entorno. Sin embargo, existe una solución para que puedas moverte satisfactoriamente en el entorno VUCA, tan solo tienes que fomentar cuatro pilares básicos:
- Realizar ejercicios de introspección con los que examinar tus fortalezas y tus debilidades.
- Fomentar un canal de diálogo abierto con los demás que te permitirá darte a conocer y encontrar buenas oportunidades tanto a nivel personal como profesional.
- Explorar y tantear distintos caminos para responder ante un desafío.
- Formarte constantemente.
15. La adaptación e implementación de la metodología Scrum
La transparencia, la inspección y la adaptación son los tres ejes que conforman la metodología Scrum y que permiten entregar valor al cliente en periodos cortos de tiempo. Scrum se basa en la distribución de equipos que ejercen determinadas funciones y que se centran en un mismo producto, así que, como profesional, debes saber desempeñar tu papel en las actividades que conforman esta metodología ágil y asumir las responsabilidades pertinentes para lograr trabajar en equipo y avanzar hacia un mismo objetivo de manera conjunta.
¡Ahora te toca ponerlos en práctica! Toma este artículo como modo de consulta siempre que lo necesites y cuéntanos tu experiencia.
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