Mucho ha cambiado el sector en tan solo 10 años. Las agencias de publicidad también han cambiado, incluso aquellas grandes cotizadas por marcas de renombre.
El creativo acompañado de su nevera de cervezas y su mesa de billar, los artistas, los ilustradores, los actores con gracia o los escritores por hobby, están ya considerados una especie en peligro de extinción.
Se diluye la zona de confort de los publicistas de antaño
Muchas personas hicieron de este sector un lugar idílico gracias a los anuncios de tan sólo 10 segundos que costaban varios millones de pesetas. Directores de cuentas internacionales y hombres con traje al estilo Mad Men gobernaban el sector de las estrategias de ventas. De hecho, eran muchos los que con un traje y aquello de «¿A qué te dedicas? A la publicidad», ganaban el respeto de muchos de los comensales de la sala.
Pero como dice el refrán, fue bonito mientras duró. De ahí algo cambió, algo llegó revolucionando el sector y presentando una nueva forma de consumir, de comunicarnos e incluso de enamorarnos. Unos echan la culpa a Internet, otros dicen que fue la globalización y el sector económico, otros los usuarios y su consumo. Los más raros culpan a aquel anuncio en el que te preguntaban “¿Te gusta conducir?”.
Aprendizaje para un sector acostumbrado a los mismos términos durante 30 años.
Al final lo importante es que el sector está cambiado, el dinero se esta moviendo y aparecen nuevos formatos de agencias y consultorías. También está el BOOM de los freelance, que recuperan estas formas antiguas de poder en la publicidad. Ahora son ellos los encargados de dirigir el sector y mostrarnos el camino correcto.
Con la llegada de Internet y la democratización de la información aparecen las queridas analíticas, las duras KPIs, el dolor de cabeza de las impresiones, el preciado engagement o el inteligente alcance. Palabras que ahora los directores de marketing tienen que introducir no solo en el diccionario de palabras cool sino en aquel que tiene mucho más valor, el diccionario del aprendizaje. Una tarea difícil para aquellos acostumbrados a los mismos términos durante 30 años.
¡El mundo está cambiando y es necesario reciclarse!
Y es aquí donde las profesiones del sector se transforman y aparecen nuevos perfiles profesionales. Ahora la estrategia crea notoriedad y la medición, antes muy cotizada y tremendamente cara, está al alcance de casi todos. Aparece el llamado síndrome de la actualización, todo el mundo quiere reinventarse y adaptarse a los tiempos que corren, la rapidez con la que se mueve el mercado y la aparición de “start ups” con necesidades totalmente digitales arrasan en el mercado.
Bienvenido a la era de la digitalización, un tiempo, un mercado y un momento que conlleva factores como: la necesidad de que los nichos de mercado sean cada vez más segmentados o que la especialización en el sector se valore cada vez más.
Un gran número de profesionales del Marketing Digital están empezando a redirigir su carrera por caminos como la especialización en sectores como la hostelería, la medicina, el deportes u otros profesionales enfocados más a las funciones. Por ejemplo el contenido (Content Manager), la estrategia (Digital Strategist) o la ejecución (Community Management)
En resumen, el mercado sigue siendo precario. Necesitamos investigar y analizar para definir las propuestas del futuro próximo y podernos adelantar en tiempo e ideas a la competencia. Sabemos que se potenciará cada vez más el contenido. Sabemos que la segmentación será cada vez más determinante a la hora de conseguir un buen nivel de conversión pero…
¿Están los clientes escuchando lo que necesitan sus consumidores? ¿O también necesitan reciclarse?