Allá por los años 90 y principios del S.XXI, cuando los grandes CMSs como WordPress no existían y Geocities gobernaba Internet a base de gifs animados, marquesinas y combinaciones de colores extravagantes, las páginas eran, en su mayoría, estáticas.
Es cierto que había Flash y ActionScript, y PHP ya empezaba a abrirse camino como el lenguaje que dominaría Internet (aunque hasta 2004 no lanzó su eterna versión 5.x), pero aquellos que queríamos simplemente compartir algo de información con el resto, teníamos que resignarnos a cacharrear con Microsoft Frontpage o (el ya mucho más avanzado) Dreamweaver.
La manera de dar forma a la web era utilizando tablas por todos sitios y, a veces, cambiar algo como un pie de página, te podía llevar horas si no estabas usando de manera adecuada los famosos marcos. ¡Pero no todo era malo!
Al ser páginas estáticas eran extremadamente rápidas y los servidores no necesitaban nada. Ni una última actualización de PHP, ni problemas por no tener el plugin de turno al día ni mucho menos complejos sistemas de optimización de rendimiento. Era rápido porque no había nada que generar, los ficheros simplemente ya estaban ahí. Existiendo. Listos para ser descargados por nuestros usuarios.
Generando sitios estáticos desde tu CMS
Esa enorme ventaja, unida a unas poderosas herramientas que cada vez ganan más peso, están poco a poco volviéndose una tendencia que sería arriesgado ignorar, ¿Realmente necesitamos una base de datos en nuestro proyecto?
Herramientas como Jekyll, que además se integra automáticamente con Github (por lo que te ahorras hasta gestionar el alojamiento) te permiten tener un sitio web completamente gratis y capaz de soportar una gran cantidad de tráfico sin despeinarse. WordPress también tiene una manera (o más de una) de generar una web estática automáticamente, al igual que Drupal y herramientas como Gatsby lo hacen extensible a cualquier desarrollo.
¿Qué inconvenientes tiene?
Por supuesto que esto no vale para cualquier proyecto. Sin base de datos no hay usuarios, no hay comentarios y los cambios normalmente no son automáticos y requieran re-generar el sitio, volver a subirlo y realizar ciertas tareas que a veces hacen peor el remedio que la enfermedad.
Casi todos los problemas tienen soluciones (normalmente de terceros): puedes poner comentarios con Disquss y utilizar Github para que automáticamente te genere el sitio de Jekyll, pero si quieres un sitio con mucha interacción entre usuarios y la capacidad de que muchos editores cambien cosas a la vez… igual la infraestructura que necesitas se te vaya un poco de las manos y no sea el mejor caso de uso.
¿Cuándo puede ser útil tener un sitio (pseudo) estático?
Cuando vayas a tocarlo poco, o lo vaya a tocar poca gente. Pequeños blogs, webs corporativas que no cambien con frecuencia, páginas de aterrizaje que no varíen con el tiempo… Hay gran cantidad de casos de uso exitosos. También casos más complejos pero que requieren de una infraestructura técnica, desde luego, mucho más compleja.
Está claro que no es algo para todos los proyectos, ¡pero desde luego muy a tener en cuenta!
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Autor: Samuel Solís, Profesor de Tecnología Web
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